En nuestra tercera clase de sociología, estuvimos vimos las estructuras sociales, políticas e institucionales, así como las económicas y culturales.
Se tomó como ejemplo principal un tema de gran actualidad siendo éste un tema que originó una gran controversia acerca de la orientación sexual concretamente enfocada al periodo infantil.
REFLEXIÓN CRÍTICA
Después de ver este tipo de noticias en todos los medios informativos y participar en el debate de clase me dispongo a exponer mi opinión personal de la siguiente manera:
Injusto, nefasto, devastador, inhumano, insensible, salvaje,... y un sinfín más de adjetivos calificativos se me quedarían pequeños para definir esta barbarie cometida contra los más indefensos y vulnerables: los niños.
Una vez más se convierten en las víctimas principales de esta sociedad intolerante, intransigente e incomprensible. Llega hasta tal punto que han olvidado sus orígenes más tiernos, han olvidado su infancia por eso no han tenido ningún tipo de delicadeza con estos niños.
A veces, me parece sorprendente de qué manera todo el mundo busca de forma desesperada las causas por las cuales se desarrolla bullying en los centros escolares, sin llegar a entender por qué criaturas inocentes son víctimas de otras criaturas y ahora es el momento oportuno para cuestionarse por qué son los adultos los responsables de esta barbarie por lo llamarlo delito ya que atentan contra los derechos fundamentales de los seres humanos siendo la libertad. Su libertad de expresión ha sido manchada por un grupo social que selecciona a un tipo de niños específico.
Es cierto que la libertad es un término muy amplio que ofrece una amplia gama de posibilidades pero qué debe responder una madre cuando le preguntan por el sexo de su futuro hijo; en el caso de que conteste diciendo "femenino" o "masculino" ya estaría decidiendo por su futuro descendiente.
No sería más conveniente que esta madre dijese que su hija/o es totalmente libre de ser lo que él o ella decidan en un futuro ya que no hay una relación directa entre la presencia de unos genitales determinados con el sentimiento de pertenecer a uno u otro de los sexos.
La educación recibida es un medio que condiciona las distintas formas en las que se puede ver la misma situación.
Generalmente, la educación ha sido siempre muy sexista, es decir, el color rosa para las niñas y el azul para los niños, pasaría lo mismo con los juguetes, es decir, las cocinitas y muñecas para las niñas y para los niños scalextric, balones, etc pero ¿acaso los niños necesitan los genitales para jugar?
Yo estoy segura que no.
Esta sociedad es el resultado de antepasados sociales con un alto índice de machismo hacia las mujeres destinando a ellas las labores domésticas y el cuidado del hogar y de la familia pero en cambio, los hombres serían los responsables de llevar un sueldo a casa.
De la misma manera que se establecen canones sobre los ideales de belleza, también se han diseñado una serie de comportamientos que definan la personalidad entre los hombres y las mujeres. Pero al fin y al cabo estos no dejan de ser más que prejuicios que priorizan nuestra parte racional frente a la emocional y, es este el motivo de todos los males ya que los prejuicios se sitúan en la mente dejando al alma desamparada y manejable por el exterior siendo los medios informativos, redes sociales, crueldad de niños y adolescentes, etc.
Vuelvo a repetir una vez más que somos víctimas de víctimas y son los acosadores quienes antes de desempeñar este papel han estado en un puesto inferior en el que se sitúan las víctimas y es por eso por los que les acusan porque se ven reflejados en sus víctimas de una u otra de las maneras.
No resulta fácil de entender que la solución a estos males sería poder vivir en una sociedad justa e igualitaria sin ningún tipo de discriminación ya que ese niño/a acosado por su orientación sexual podría ser nuestra hermana, nuestro amigo, nuestro primo o nuestra hija.
También sería necesario que se desarrollasen algunos valores tales como la empatía, la cooperación, participación activa, escucha atenta, etc
Para concluir, es realmente frustrante que en pleno siglo XXI en países "civilizados" como España sigan surgiendo problemáticas de este tipo por la carencia de algunos valores principales tales como la tolerancia, el respeto mútuo o la comprensión al prójimo.
Una vez más se convierten en las víctimas principales de esta sociedad intolerante, intransigente e incomprensible. Llega hasta tal punto que han olvidado sus orígenes más tiernos, han olvidado su infancia por eso no han tenido ningún tipo de delicadeza con estos niños.
A veces, me parece sorprendente de qué manera todo el mundo busca de forma desesperada las causas por las cuales se desarrolla bullying en los centros escolares, sin llegar a entender por qué criaturas inocentes son víctimas de otras criaturas y ahora es el momento oportuno para cuestionarse por qué son los adultos los responsables de esta barbarie por lo llamarlo delito ya que atentan contra los derechos fundamentales de los seres humanos siendo la libertad. Su libertad de expresión ha sido manchada por un grupo social que selecciona a un tipo de niños específico.
Es cierto que la libertad es un término muy amplio que ofrece una amplia gama de posibilidades pero qué debe responder una madre cuando le preguntan por el sexo de su futuro hijo; en el caso de que conteste diciendo "femenino" o "masculino" ya estaría decidiendo por su futuro descendiente.
No sería más conveniente que esta madre dijese que su hija/o es totalmente libre de ser lo que él o ella decidan en un futuro ya que no hay una relación directa entre la presencia de unos genitales determinados con el sentimiento de pertenecer a uno u otro de los sexos.
La educación recibida es un medio que condiciona las distintas formas en las que se puede ver la misma situación.
Generalmente, la educación ha sido siempre muy sexista, es decir, el color rosa para las niñas y el azul para los niños, pasaría lo mismo con los juguetes, es decir, las cocinitas y muñecas para las niñas y para los niños scalextric, balones, etc pero ¿acaso los niños necesitan los genitales para jugar?
Yo estoy segura que no.
Esta sociedad es el resultado de antepasados sociales con un alto índice de machismo hacia las mujeres destinando a ellas las labores domésticas y el cuidado del hogar y de la familia pero en cambio, los hombres serían los responsables de llevar un sueldo a casa.
De la misma manera que se establecen canones sobre los ideales de belleza, también se han diseñado una serie de comportamientos que definan la personalidad entre los hombres y las mujeres. Pero al fin y al cabo estos no dejan de ser más que prejuicios que priorizan nuestra parte racional frente a la emocional y, es este el motivo de todos los males ya que los prejuicios se sitúan en la mente dejando al alma desamparada y manejable por el exterior siendo los medios informativos, redes sociales, crueldad de niños y adolescentes, etc.
Vuelvo a repetir una vez más que somos víctimas de víctimas y son los acosadores quienes antes de desempeñar este papel han estado en un puesto inferior en el que se sitúan las víctimas y es por eso por los que les acusan porque se ven reflejados en sus víctimas de una u otra de las maneras.
No resulta fácil de entender que la solución a estos males sería poder vivir en una sociedad justa e igualitaria sin ningún tipo de discriminación ya que ese niño/a acosado por su orientación sexual podría ser nuestra hermana, nuestro amigo, nuestro primo o nuestra hija.
También sería necesario que se desarrollasen algunos valores tales como la empatía, la cooperación, participación activa, escucha atenta, etc
Para concluir, es realmente frustrante que en pleno siglo XXI en países "civilizados" como España sigan surgiendo problemáticas de este tipo por la carencia de algunos valores principales tales como la tolerancia, el respeto mútuo o la comprensión al prójimo.
Aquí muestro la misma noticia abordada desde dos medios de comunicación estando cada uno de ellos enfocado a un ámbito político diferente.
http://politica.elpais.com/politica/2017/02/28/actualidad/1488285088_623918.html
http://www.elmundo.es/madrid/2017/03/01/58b6875f268e3ebc4c8b45dd.html
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